¿Pero qué partes del cuerpo hay que acariciar? Aquellas partes del cuerpo que presentan mayor sensibilidad y cuyo estímulo activa sexualmente a las personas que reciben la estimulación.
Hay algunas...
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¿Pero qué partes del cuerpo hay que acariciar? Aquellas partes del cuerpo que presentan mayor sensibilidad y cuyo estímulo activa sexualmente a las personas que reciben la estimulación.
Hay algunas áreas que, ya sea por su alto contenido nervioso o porque nos hemos condicionado a asociarlas con placer, provocan abundante excitación.
Si quieres ganarte unos puntitos extra, también regálale a tu chico unos masajitos eróticos por las zonas erógenas.
A diferencia del masaje terapéutico, aquí ambos deben estar desnudos y puedes acariciarlo también con tu pelo y tus senos o con una tela sedosa para generar diferentes sensaciones. Puedes comenzar con un masaje exploratorio, e ir aumentando su intensidad.
Veamos cuáles son las zonas más erógenas del cuerpo del hombre....
Cabello y cuero cabelludo. Acariciar el cabello y masajear el cuero cabelludo puede ser una fuente de gran placer. Va a ayudar a que tu pareja se relaje y libere tensiones, especialmente al principio de la relación sexual. La relajación es esencial para que se pueda generar buena tensión en el cuerpo, y para que el ciclo de respuesta sexual funcione adecuadamente.
Ojos, boca y lengua. Unos besitos sobre los ojos cerrados funcionan muy bien para estimular los nervios parasimpáticos de los párpados, produciendo una relajación que hace más sensible la relación. A su vez, la sensibilidad de los labios aumenta con la excitación, y se vuelven muy sensibles al roce y al contacto con otros labios. La lengua es una excelente receptora de sensaciones sexuales, y es el órgano que mejor estimulación provee a cualquier parte del cuerpo.
Oídos y orejas. El lóbulo de la oreja, la parte de atrás de las orejas y el pabellón auricular aumentan en sensibilidad a medida que va creciendo la excitación. Puedes lamer, soplar o mordisquear, pero siempre con mucho cuidado porque es una zona que requiere de gran delicadeza. También puedes probar qué sucede si le susurras palabritas hot al oído
Nuca, cuello y hombros. Puedes estimular esas tres partes del cuerpo manual u oralmente, besando y/o lamiendo. Ten cuidado con los besos muy apasionados porque puedes dejarle pequeños moretoncitos ya que son áreas repletas de vasos sanguíneos.
Pezones. Es una parte del cuerpo en la que hay una infinidad de terminaciones nerviosas que se excitan fácilmente al tacto, con una lamida o simplemente al soplarla.
Dedos. A muchos hombres les encanta la estimulación oral de los dedos. Además, la imagen visual que recreas al meterte sus deditos en tu boca les resulta poderosamente erótica.
Perineo y ano. La zona que se extiende entre los genitales y el ano es el perineo, un área de gran sensibilidad y erotismo, y se puede estimular oral o manualmente. La estimulación anal también puede ser súper placentera para ellos, pero son muchos los que no se animan a probarla porque la asocian con prácticas homosexuales.
Cara interna de los muslos. Dada la cercanía a los genitales, las caricias en esa zona pueden ser sumamente eróticas.
Genitalia. El pene, los testículos y el Punto P o punto prostático integran la genitalia masculina. Puedes estimular el pene y los testículos manual u oralmente, mientras que el Punto P se estimula con un dedito.