Revista Qué
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Para el segundo trimestre de este año, la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, informó que había 565.000 pobres, equivalente al 18,4% de los 3.064.000 habitantes porteños. De ese total 173.000 eran indigentes.
Con relación al trimestre anterior hay 74.000 pobres más, de los cuales 41.000 son indigentes. Y respecto de un atrás hay también más pobres (+ 69.000), de los cuales 59.000 viven en la indigencia En el curso de un año, la indigencia subió de 114.000 a 173.000 personas y de 132.000 a 173.000 entre trimestres.
Además, en el segundo trimestre, hay otras 288.000 personas (9,4% del total) que pertenecían a los sectores “no pobres vulnerables” y 259.000 (8,5%) a la "clase media frágil", término que hace alusión a que “ante una eventual disminución del poder adquisitivo de los ingresos familiares, por ejemplo, por la suba de precios por encima de sus ingresos, o ante la pérdida del empleo o de ingreso de alguno de sus miembros, tienen una probabilidad alta de caer en los estratos más bajos”.
Así, entre indigentes, pobres, en situación vulnerable y clase media frágil, hay 1.112.000 personas, el 36,3%, que atraviesan por una situación de fragilidad social porque cuentan con recursos que bordean o están por debajo de la línea de pobreza. La medición corresponde a la pobreza por ingresos, es decir, las personas, familias y hogares que tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza o de indigencia.
El resto se compone de 1.566.000 sectores medios (51,1%) y 386.000 del “sector acomodado” (12,6%), según la definición oficial.
Del Informe oficial se desprende mayor desigualdad: un fuerte aumento de los indigentes y un incremento del sector acomodado. Más una suba de la participación en los ingresos del 10% más rico (del 29,8 al 30,6%) y una caída del 1,6% al 1,3% del 10% más pobre.
En el segundo trimestre de este año empeoró la distribución del ingreso porteña. Los datos oficiales indican que en 12 meses a junio pasado hubo un aumento de coeficiente de Gini del 0,409 al 0,426, lo que marca una mayor desigualdad en el reparto “de la torta”.