Con la excusa de mejorar la calidad de vida de los porteños, los espacios públicos y revitalizar el sur de la Ciudad, el oficialismo ha generado un sin número de leyes capciosas que esconden negocios inmobiliarios millonarios y la desmesurada venta de las tierras públicas de la Ciudad.
Como contó Revista Qué El terreno rematado por más de 40 millones de dólares era el último que queda por vender del proyecto “Catalinas II”. Allí, los privados podrán desarrollar torres de oficinas, tal como ya existen sobre avenida Leandro N. Alem.
La inversora Santa María, que pertenece al grupo Techint fue la encargada de comprar la tierra. Entre las siete parcelas en las que fue dividido el terreno, el Estado recaudó US$ 269.375.000, que se usarán para pagar parte del costo que tuvo el Paseo del Bajo.