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Desde las 5.30 de este miércoles y durante dos horas, los metrodelegados pararon en todas las líneas de subte y Premetro, en reclamo por la falta de personal para trabajar en las boleterías de Catalinas y Correo Central, las nuevas estaciones de la línea E. Se trata de la segunda medida en una semana.
El servicio comenzó a normalizarse lentamente a las 7.30, como estaba previsto. La apertura tardía provocó demoras y congestiones tanto en el subte como en otros medios de transporte.
"En la situación que atraviesa nuestro país, con índices de desocupación en aumento, actividades en expansión como el subterráneo deberían ser generadoras de empleo, en lugar de reducir los puestos de boletería como se empeña en hacer Metrovias", habían expresado desde el sindicato.