Revista Qué
Todos los derechos reservados
En el gobierno porteño tiene un objetivo claro, evitar ir a segunda vuelta con Matías Lammnes, cueste lo que cueste, para eso, salieron todos a la cancha, desde funcionarios, hasta los equipos de trabajo de cada uno, a tal punto, que mucho empleados estatales denunciaron que Larreta los obligaba a militar la campaña.
El plan trazado en Uspallata apunta a achicar la brecha en el sur de la Ciudad, a movilizar a los electores que no votaron en las primarias y a consolidar, y aumentar, el voto en los barrios del norte.
Según publicó LPO, las encuestas que manejan en el equipo de Rodríguez Larreta por estas horas los posicionan al borde de ganar en primera vuelta, pero a una distancia insufrible. "Estamos entre 48 y 49 puntos", reconocen desde la sede de gobierno.
El jefe de gobierno necesita, estos últimos días, reforzar la campaña en la zona sur donde los porteños le dieron la espalda. Allí sus funcionarios "peronistas" trabajan para tratar de convencer a los vecinos que fue la zona donde más invirtió el gobierno en los últimos años.
El dato llamativo, es que Larreta le pidió a Cristian Ritondo que le de una mano en el sur de la Ciudad. Transplantado a la provincia de Buenos Aires, Ritondo nunca soltó del todo su armado porteño, que tiene como epicentro su barrio natal de Mataderos.
Volvió el hijo pródigo", lo chicaneó Larreta, cuando se apareció de sorpresa en la actividad que este sábado tuvo Ritondo por el sur de la Capital. según trascendió el mandamás capitalino le pidió que lo ayude en las circunscripciones octava (Lugano, Soldati y Villa Riachuelo) y novena (Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda). Ritondo puso como coordinador en la zona a su mano derecha en la capital y candidato a diputado nacional, Roberto Quattromano.