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El Gobierno porteño le prorrogó por tercera vez el contrato a Metrovías, la concesionaria del subte, porque todavía no resolvió quién se quedará con la licitación que se viene demorando desde hace tres años. Metrovías opera la red desde hace 26 años, pero su contrato está vencido desde 2017. Larreta lo prorrogó primero por decreto, y el año pasado por una ley de la Legislatura. Ahora, optaron por la resolución se SBASE. "El subte es un servicio público, no se lo puede dejar de prestar, por eso se prorrogó el contrato", explicaron fuentes de la Ciudad.
Desde la empresa estatal de la Ciudad que controla la red dijeron que "El directorio aprobó la prórroga, que durará hasta tanto se defina la licitación".
La semana pasada, una comisión integrada por el Gobierno porteño, la Universidad de San Martín y el Metro de Barcelona terminaron de analizar las ofertas técnicas. Desde entonces se abrió un período de 5 días hábiles para que los dos competidores presenten impugnaciones. Recién después se definiría la licitación, con las ofertas técnicas. Pero, dado que es probable que haya cuestionamientos, según pudo averiguar Clarín, la licitación se resolvería recién dentro de algunas semanas.
Hay dos ofertas en pie. Una es la de la actual concesionaria, Metrovías, que pertenece al grupo Roggio y sumó como asesor técnico a la Deutsche Bahn, la empresa alemana de trenes y subtes. La otra es el grupo conformado por la francesa Keolis, que opera entre otros servicios el Metro de Lyon, en conjunto con Helport, una firma que pertenece al grupo que lidera Eduardo Eurnekian. A ellos se les suma Transport for London, la empresa que opera el subte de Londres, como asistente técnico.
En el camino quedó una tercera competidora: RATP DEV, operadora del Metro de París, que decidió retirar su oferta dada la demora del proceso y los cambios en la economía argentina.
El nuevo y multimillonario contrato será por 12 años con opción a tres más. Plantea pasar a un sistema de pago por un canon fijo que tendrá descuentos o premios según la calidad del servicio(frecuencias, limpieza, mantenimiento, etc.). Así, la concesionaria dejaría de cobrar a través de la recaudación y los subsidios.