La legisladora porteña del Frente de Todos, María Rosa Muiños, busca que el gobierno de la Ciudad instale Unidades Febriles de Urgencia (UFU) y Unidades Transitorias de Aislamiento en villas y barrios vulnerables de la Ciudad. El objetivo es atender la creciente demanda de pacientes con síntomas asociados al Covid-19 y que eventualmente requieran una primera instancia de aislamiento.
En ese marco, Muiños detalló que “los habitantes de las villas y asentamientos están expuestos al contagio del virus debido a las condiciones de hacinamiento, falta de elementos de higiene y de recursos económicos, entre otras cuestiones que contribuyen a su propagación. Pero los casos se dispararon porque el Gobierno de la Ciudad llegó tarde”, consideró Muiños.
Y agregó “La intervención en esos lugares requiere de inversión y la Ciudad no lo estaba haciendo. Empezó a hacerse cargo de la problemática una vez que la Nación activó el operativo DETeCTar. Hoy hay políticas activas en algunos sectores, gracias a esa medida conjunta que desplegó el Ministerio de Salud de la Nación”.
“Desde la Legislatura queremos aportar al control de la propagación del virus en las villas. Por eso, proponemos la instalación de estas unidades que permitan la rápida detección y el aislamiento de los vecinos afectados, además de brindarles asistencia médica y contención”, indica la legisladora en los fundamentos del proyecto que lleva la firma de todos sus compañeros del bloque Frente de Todos.
Las unidades de urgencia y aislamiento son dispositivos a través de los cuales el GCBA busca evitar que personas posibles portadoras del virus ingresen de forma irrestricta a hospitales públicos del distrito y pudieran alterar las condiciones de asepsia del nosocomio, de los pacientes y del personal médico.
Según el articulado del proyecto, estas unidades se deberán “emplazar en las zonas aledañas de ingresos a barrios vulnerables, villas, asentamientos y en centros comunitarios u organizaciones que estén dentro del perímetro y cuenten con el espacios adecuado”.
Además, tendrán que “contemplar las mismas funcionalidades y equipamiento que tienen aquellas emplazadas en los hospitales públicos del distrito: contar como mínimo con baños químicos y personal de limpieza; sistema de calefacción; y provisión de agua y de comidas indicadas según el horario, contemplando un menú alternativo sin TACC. También deberán garantizar el traslado de las personas a hoteles o la vuelta a sus casas, en caso de ser necesario; y procurar el acceso a internet para facilitar el contacto con sus familiares mientras permanezcan en las unidades”.
Por último, la iniciativa establece que “el Ministerio de Salud porteño -en tanto autoridad de aplicación- se encargará de disponer los recursos humanos y materiales necesarios; la atención, prácticas y cuidado de los pacientes y personal destacado; y aportar unidades de traslado para el material del hisopado realizado y su renovación”.
Como contó
Revista Qué, hasta el momento el gobierno porteño
solo dispuso Buses para el traslado de personas sintomáticas de barrios que lo requieran hasta las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) en el contexto de las medidas adoptadas para atender la emergencia sanitaria por COVID-19 garantizando las medidas de seguridad sanitarias aprobadas por el Ministerio de Salud de los vehículos afectados a los traslados".
Fue la Secretaría de transporte, a cargo de Juan José Méndez la que contrató a cinco firmas para que se encarguen del traslado de personas sintomáticas de barrios vulnerables, y llevarlas a las UFU. El monto que destinó la Ciudad para el servicio asciende a los $80.850.000.