Desde este sábado, niños y adolescentes podrán realizar salidas junto a uno de sus padres, según la terminación del documento del adulto acompañante, en un radio no mayor a 500 metros de sus hogares.
"Sabemos que las salidas son muy esperadas por las familias, chicas y chicos, pero debemos asumirlas con responsabilidad, respetar las indicaciones y, sobre todo, cuidar la salud", dijo en un comunicado la Asesora General Tutelar, Yael Bendel.
De acuerdo a la Mesa de Trabajo con especialistas en salud mental Infanto Juvenil que realizaron hace pocos días, Bendel indicó que saben que el aislamiento "puede producir ansiedad, miedo y tristeza, situaciones que se agravan en condiciones de hacinamiento".
"Las recomendaciones versan fundamentalmente en no bajar la guardia frente a la atención de la salud", dijo Bendel, quien también remarcó las grandes dificultades -debido al aislamiento- para poder identificar la violencia hacia los niños.
"Por eso tenemos un gran compromiso social de poner especial atención a los indicadores y denunciar ante la menor duda", agregó.
En ese sentido, la titular del Consejo, Karina Leguizamón, también recomendó comunicarse al 102 ante cualquier sospecha o conocimiento de vulneración de los derechos de los niñas, niños y adolescentes.
"La salidas recreativas van a volver a visibilizar a los más pequeños y es un buen momento para estar atentos como sociedad, sobre todo porque sabemos que muchos de ellos sufren distintos tipos de violencias en sus hogares", dijo Leguizamón.
Asimismo, remarcó la importancia de "continuar con las medidas de higiene y de protección durante las salidas recreativas".
Marcela García, médica oftalmóloga del Hospital Italiano y madre de tres niñas de 3, 6 y 10 años, del barrio porteño de Caballito, dijo a Télam que el aislamiento "se torna desesperante".
"Ellas hacen las cosas del colegio con bastante ganas y la llevan bien, pero por momentos se angustian y piden de salir y, sobre todo los más chiquitos, que extrañan a los abuelos y primos", remarcó.
La médica dijo que sus hijas manifiestan "ganas de salir" y que "están conscientes de que se tienen que cuidar. Yo les expliqué que no hace falta usar guantes, lo importante es que no toquen las cosas, se laven las manos y usen barbijo".
Otra mamá, Natalia, periodista y madre de una niña de 8 años, del barrio porteño de Agronomía, coincidió en la presencia de ciertos temores.
"Juana, mi hija, tiene sentimientos encontrados; por un lado, quiere salir pero también tiene algunos miedos porque ya había recibido mucha información sobre la prohibición previa para circular", dijo a Télam.
La periodista explicó que "vuela la fantasía de que al pisar la calle ya va a infectarse. Ahí la tarea es explicar los recaudos necesarios y recordarle que si los cumplimos no tendría que haber problemas, no pasarles nuestro temores ni relajar en extremo", aseveró.
"Pero lo que más extraña es a sus amigas, no tanto salir a la calle en sí mismo, pero le explicamos que eso no será posible por un tiempo más prolongado", agregó.
Julieta Armella, docente universitaria e investigadora del Conicet, madre de dos niñas de 7 y 12 años, y residente en el barrio porteño de Paternal, comentó que sus hijas tienen ciertos temores por salir.
"Ambas están en una etapa que oscilan entre la angustia y el enojo, y si bien tienen leves ganas de salir, también les asusta porque una vez salieron a comprar algo y las paró la Policía y les pidió que se volvieran porque estaba prohibido salir", dijo Armella.