Revista Qué
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Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio establecido en marzo pasado para contener la propagación del coronavirus, la demanda en los comedores comunitarios aumentó y esos establecimientos debieron ofrecer más raciones que las habituales.
La iniciativa impulsada por María Bielli busca "poner en valor y visibilizar el trabajo que llevan adelante principalmente mujeres", ya que "ellas son las que en su mayoría sostienen los comedores comunitarios de la Ciudad".
El proyecto establece que cada comedor comunitario podrá designar a una cocinera o cocinero por turno como beneficiario y que "la asignación se amplía a un trabajador o trabajadora más por cada 30 raciones de comida proporcionada a la comunidad por jornada".
"Desde el comienzo de la pandemia fueron consideradas trabajadoras esenciales", señaló la autora de la iniciativa. Bielli consideró que este proyecto es "un primer paso para que no solo haya un reconocimiento simbólico, si no también material".
Voceros del bloque estimaron, en base a los datos reunidos por varias organizaciones sociales, que el 90 por ciento de las personas que cocinan y atienden los comedores comunitarios porteños son mujeres.
"Para muchas esto representa una triple jornada de trabajo: cumplen laborales formales, ejercen el cuidado en sus hogares y además realizan trabajos comunitarios, sin ser remuneradas", agregaron.
Considerando que no hay un censo exhaustivo de cuántos comedores comunitarios funcionan en la Ciudad -aunque se estima que actualmente son 700-, el proyecto prevé que sus trabajadoras y trabajadores sean registrados en un "padrón especial" del Ministerio de Desarrollo y Hábitat de la Ciudad para luego recibir la asignación especial.