Al rededor de 73 mil familias habitan en barrios vulnerables en la Ciudad de Buenos Aires y en el contexto de la pandemia muchos se ven imposibilitados de poder acercarse a la sucursal más cercana de un banco para poder extraer dinero o resolver las necesidades financieras
En el mes de abril desde el Frente de Todos pidieron medidas urgentes para atender a la población más necesitada y en ese marco dijeron que "no hay cajeros automáticos y hay que caminar mucho para extraer dinero, los supermercados están lejos y los negocios de proximidad están desabastecidos o no permiten comprar con tarjeta de débito. “Tenemos el desafío de garantizar el aislamiento y cuidar a la población más vulnerable con ideas, trabajo y herramientas organizativas”, sostuvieron.
Ahora, frente a la falta de respuestas por parte del gobierno porteño el legislador Matías Barroetaveña, presentó un proyecto de resolución en la Legislatura Porteña para solicitar al Banco Ciudad la apertura de sucursales y centros de atención en los barrios vulnerables de la Ciudad. No es la primera vez que lo solicitan.
“Nos parece fundamental que cada habitante tenga dentro del propio barrio una sucursal funcional y activa para poder resolver sus cuestiones bancarias y financieras”, expresó Barroetaveña; y puntualizó que “un jubilado habitante del Barrio Villa 31 debe trasladarse hasta Plaza San Martín para poder percibir sus haberes, lo que representa un enorme riesgo en materia sanitaria; y también en términos de seguridad para los adultos mayores”
“Lo mismo sucede con una madre que vive en la Villa 21-24 de Barracas y debe ir hasta el barrio de Pompeya; un estudiante que vive en la Villa 20 y debe ir hasta el hipermercado de Avenida Escalada y Avenida Cruz; o un trabajador que vive en la Villa 1.11.14 y debe ir hasta el centro del barrio de Flores para percibir sus haberes.”
En un contexto de emergencia sanitaria como la que nos toca vivir hoy debido al Covid-19, donde se han dispuesto una gran cantidad de medidas para prevenir contagios y preservar la vida de los habitantes, es difícil comprender como en una ciudad tan rica en recursos, existan barrios donde aún el acceso a algo tan simple y necesario como un cajero automático, implique trasladarse hasta 20 o más cuadras de la propia vivienda.
Existe una profunda desigualdad geográfica en la Ciudad de Buenos Aires en cuanto al acceso a los servicios financieros básicos. Mientras en el norte, tenemos oferta variada de cajeros y sucursales bancarias en cuadras aledañas, tanto del sistema de banca pública como privada; en el sur de la ciudad sólo algunos pocos centros comerciales poseen terminales, las cuales agotan rápidamente sus recursos en días críticos de mucha demanda.
El diputado Barroetaveña expresó que “este proyecto busca una integración y modernización para los habitantes, pero también alfabetización financiera que permita a la población formalizar sus operaciones”; y agregó que: “el acceso a información y asistencia es fundamental para evitar los abusos y tasas usureras de muchas prestadoras que se abusan de la necesidad y precariedad”