Revista Qué
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Las “super manzanas” se trata de un conjunto delimitado de manzanas y calles internas cuyas características ambientales y urbano-paisajísticas son homogéneas y/o permiten la identificación de una zona con características particulares y reconocibles. Las mismas estarán rodeadas por calles externas o vías de circulación principal, las cuales admitirán todos los medios de transporte que en ellas circulen.
En tanto, las calles internas deben tener definido previamente un único sentido de circulación y la velocidad máxima sería de 20 kilómetros por hora. Además, en ellas sólo podrían circular vehículos cuyo peso máximo sea de 4,6 toneladas, a excepción de los vehículos de emergencia.
En las nuevas células urbanas se garantizaría el acceso a los estacionamientos privados y se ampliarían las áreas peatonales, el tratamiento de esquinas e intersecciones, los tramos de cuadra reservados para usos múltiples, los espacios parquizados, el equipamiento urbano, etc,
En los fundamentos de la iniciativa afirma que se trata de “una forma de organización urbana ensayada en otras ciudades que aporta soluciones a las disfunciones ligadas a la movilidad automotor, a la vez que mejora la disponibilidad y calidad del espacio público de cercanía a partir de una nueva forma de jerarquización de la red vial” y recordaron que “desde hace algunos años este tipo de iniciativas ya se están aplicando en ciudades como Barcelona y Vitoria, y proyectos similares que también persiguen ciudades más cercanas y sostenibles están siendo desarrollados en grandes urbes de distintos lugares del mundo. Sin ir muy lejos los planes llevados a cabo por la Ciudad para la peatonalización del microcentro tienen características similares a las que aquí proponemos”.
Al mismo tiempo que señalaron que “la implementación de las ‘super manzanas’ generará espacio público de cercanía para los vecinos fomentando la participación ciudadana en su diseño y cuidado: contribuyendo a una ciudad más verde -aumentando la superficie absorbente y sumando arbolado, canteros, huertas urbanas y otros recursos de paisaje-; promoviendo un estilo de vida saludable, natural, lúdico, interpersonal y comunitario; reduciendo y ralentizando la movilidad de vehículos privados, aumentando la seguridad vial, incrementando la movilidad a pie, bicicletas, monopatines y medios de transporte sustentable; disminuyendo la contaminación ambiental y sonora y promoviendo una escala de economía local, con actividades feriales culturales, gastronómicas y artesanales”.
“Esta iniciativa busca la mejora de la calidad urbana y de la integración comunitaria en el espacio público, generando las condiciones para que la vida de las personas pueda desarrollarse en su entorno cercano, pudiendo satisfacer la mayoría de sus necesidades de cuidado, alimentación, trabajo, educación y esparcimiento sin necesidad de usar el automóvil”, completó.
Cabe recordar que una iniciativa muy similar había sido impulsada en junio de 2017 por el ex legislador porteño y actual diputado nacional por Juntos por el Cambio, Maximiliano Ferraro. No obstante, la misma no pudo avanzar con su tratamiento legislativo y perdió estado parlamentario.