14 de junio de 2022
POLEMICA
La izquierda porteña repudió las sanciones a docentes que usen el lenguaje inclusivo
Amanda Martín y Gabriel Solano (FIT) cuestionaron con dureza la decisión de la ministra Soledad Acuña de avanzar en ese sentido y adelantaron que darán clases públicas y abiertas en todas las escuelas.
Días después de que el Ministerio de Educación prohibiera la utilización del lenguaje inclusivo y que la ministra Soledad Acuña anunciara sanciones para los docentes que no cumplan con la resolución, los legisladores del FIT Amanda Martín y Gabriel Solano salieron a cuestionar con dureza esa determinación.
En ese sentido Martín, quien además es miembro del gremio docente Ademys, planteó que desde la izquierda “re2chazamos este planteo, persecutorio e impulsaremos clases públicas en todas las escuelas para que la Ministra aprenda un poco. No permitiremos ninguna sanción a docentes" y remarcó que “Acuña pretende prohibir el lenguaje inclusivo en las comunicaciones escolares o textos de escuelas, en un claro ataque oscurantista a las diversidades de género y sexuales, en alineamiento con las Iglesias, atribuyendo su uso a una supuesta ‘ideología de género’”.
“Ya habíamos planteado que esta resolución, de corte Bolsoranista podría provocar persecuciones y mayor discriminación en las escuelas, y significaba un intento de disciplinamiento a los que luchan por la ESI, ya empezamos a ver consecuencias”, continuó la legisladora.
Por su lado, Solano consideró que “la medida es claramente reaccionaria, prohibir el lenguaje inclusivo implica negar el derecho a la libre expresión de las y los docentes y estudiantes de la Ciudad” y resaltó que “la ministra Acuña y Larreta no sólo carecen de fundamentos científicos para establecer una relación entre el uso del lenguaje inclusivo y el rendimiento académico de los estudiantes, porque los resultados bajos en las pruebas estandarizadas luego de gobernar 14 años la ciudad son, en primer lugar, responsabilidad de su propia política, sino que demuestra un profundo desconocimiento de lo que sucede en las aulas”.
“Es un grito de guerra a las juventudes estudiantiles, a su espíritu emancipador, a la construcción de su identidad y a la docencia que se organiza y lucha por la ESI, también al Colectivo LGTBIQ+ y al movimiento de mujeres”, continuó y concluyó aseverando que “menos prohibición y más separación de la Iglesia y el Estado, esta resolución la vamos a enfrentar”.