Argentina
Jueves, 25 abril 2024
VAMOS JUNTOS
26 de mayo de 2018

Negociaciones con los socios

A menos de un año del cierre de las alianzas en la Ciudad, Vamos Juntos se caracteriza por tener cada vez más asociados y menos lugares para repartir. ¿Quiénes pierden? ¿Quiénes ganan? El rol del radicalismo y cómo puede llegar a influir en la conformación de Cambiemos.

Negociaciones con los socios - Revista Que

En la política porteña ya comenzaron a ver el almanaque. Si bien todavía se desconoce cuál va a ser el calendario electoral, debido a que aún no se definió el nuevo código para los comicios, entre mar-zo y mayo tendrán que formalizarse las alianzas para luego hacer oficiales las listas.

A diferencia de años anteriores, el oficialismo porteño tendrá que distribuir pocos lugares entre muchos jugadores, y el número de socios, por una orden del presidente Mauricio Macri, no solo dista de disminuirse, sino que además va en aumento.

   A esa situación hay que agregarle una nueva variante: se terminó la ga-rantía de que la Ciudad tenía espacio para todos. Ahora, varias de las corrientes ínternas en Vamos Juntos y en Cambiemos tendrán que limitarse a la jurisdicción en donde se encuentren. Cada uno podrá poner su gente en el lugar donde se desempeña. Esta regla tiene solo dos excepciones por ahora: el peñismo y el larretismo.

   Qué adelanta, espacio por espacio, cómo se encuentra cada sector, qué está negociando, qué puede cambiar, dónde no tienen chances de crecer y hasta dónde pueden aspirar.
   Las listas en el 2017 estuvieron “apretadas” por la inclusión no so-lo de la Coalición Cívica, sino tam-bién de Confianza Pública, el partido de Graciela Ocaña. Ambos tuvie-ron todos los lugares que pidieron. 

Los “nuevos socios”
Ese esquema de balance entre socios tiene un nuevo condimento. Tal y co-mo publicó Qué, la orden de Macri es que 2019 encuentre al radicalismo porteño dentro del espacio para poder conformar, de esa manera, Cambiemos en la Ciudad. Todavía no hubo charlas formales, pero cada uno de los actores sabe la intención del otro. Mientras el oficialismo no quiere cargar más las tintas contra el radicalismo, del otro lado no están claras las cartas. “Si somos muy opositores y salimos a denunciar casos concretos, nos van a cerrar todas las puertas; pero si nos quedamos muy mansos, nos baja-mos el precio. Tenemos que trabajar el equilibrio”, le dijo a este medio una alta fuente radical.

   La inclusión de la UCR hará que la lista, y los cargos disponibles, sean aun menos para la repartición. “Por más que lo nieguen, los radicales se basan mucho en cuántos contratos o qué lugares pueden conseguir. Y si suben mucho el precio, te van a pedir hasta un ministerio importante”, analizó un veterano armador porteño. En el radicalismo sostienen que van a poner dos condiciones: la primera es una PASO en donde compita el diputado nacional Martín Lousteau, y la segunda es “discutir la visión de la Ciudad”.

   Mientras tanto, los restantes sie-te miembros de la alianza oficialis-ta recibieron la notificación por parte del jefe de Gabinete, Felipe Miguel, de que se terminó la época en que la Ciudad les pagaba a todos con lugares, más aun a los que se encuentran en otras jurisdicciones, como es el caso de la Nación o la provincia de Buenos Aires. 
   
El primero en enterarse de eso fue el sector de la ministra de Seguridad, comandado por Patricia Bullrich; pero luego, otros partidos recibieron también la misma res-puesta cuando fueron a pedir cargos en la Ciudad.

LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN #189 DE REVISTA QUÉ

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