Convivencia inusitada

Fastidioso por las numerosas manifestaciones que diariamente interrumpen el tránsito de la Ciudad, hace un tiempo, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se sinceró e hizo su descargo en declaraciones televisivas: "Estoy hinchado las pelotas de los cortes de calle" (sic).
 

Sus declaraciones fueron en un contexto nacional donde la protesta social es parte de la realidad, y no un condimento externo, sino parte objetiva de la realidad cotidiana en un momento económico y social complejo, donde nada indica que se vaya a resolver prontamente. Pero más allá de las declaraciones personales del mandamás capitalino, en las manifestaciones se percibe que hubo una modificación en el rumbo político en cuanto al accionar de las fuerzas de seguridad en la protesta social.
 

Hay que tener en cuenta que el año pasado se registraron numerosos incidentes donde la policía de la Ciudad desplegó una actitud represiva durante la protesta social, en los que Rodríguez Larreta debió tomar cartas en el asunto, al ser blanco en las “observaciones” del presidente de la Nación, cuando Mauricio Macri le reclamó que pusiera “freno” a los cortes y piquetes.

Es que existen posturas diferenciadas a la hora de responder a la conflictividad social. Por un lado, el Gobierno nacional es partidario de la implementación de técnicas represivas ante el corte de calles y las movilizaciones; por otro lado, el manejo de Larreta es más proclive al diálogo disuasorio. Tal es así que, en el transcurso del año, se evidenció una merma en el rol de la fuerza de seguridad durante las manifestaciones.
 

Gabriel Fuks, defensor adjunto del Pueblo, que trabaja con temas relacionados a la seguridad, destacó que, en lo que va del 2018, “hubo una mejora muy importante en relación a lo que vivimos durante el 2017”. En tal sentido, señaló que “no fue solo el 18 de diciembre” (cuando la ciudadanía salió a manifestarse en contra de la reforma previsional); “si nos retrotraemos al 8 de marzo del 2017, se dio una situación bastante complicada (en el acto de cierre del Paro Internacional de Mujeres, hubo represión, jóvenes heridas y detenidas), que las organizaciones de mujeres graficaron como una cacería”.
 

En lo que va del 2018, se han realizado más de 10 manifestaciones y protestas sociales en la Ciudad. En ninguna hubo que lamentar mayores incidentes.

 

 

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