Larreta quiere tener el censo de la 1-11-14 antes de fin de año

Es la villa de emergencia más peligrosa de la Ciudad de Buenos Aires y la única que tuvo que pasar por un fuerte proceso de “pacificación” para que las autoridades pudieran comenzar a ingresar; ahora el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, apunta a que antes de fin de año este realizado el primer censo de la villa 1-11-14 para poder empezar el proceso de urbanización entre el año que viene y el 2020.

La labor, encargada al Instituto de la Vivienda (IVC), a cargo de Juan Maquieyra, tendrá como objetivo tener un conteo a ciencia cierta de cuántas personas viven en ese espacio en el Bajo Flores y la composición de cada una de las familias. Una vez realizado se pasará a la segunda etapa que es un estudio más complejo sobre el detalle de cada uno de los habitantes y el respectivo estado edilicio de cada una de las viviendas.

A diferencia del resto de las villas de emergencia que se encuentran en la Ciudad, en la 1-11-14 tuvo que haber un operativo desembarco de la Gendarmería Nacional como consecuencia de las bandas narcos que operaban en dicho territorio desde hacía varios años. Tan sólo en ese operativo en junio del año pasado participaron 2.000 efectivos de dicha fuerza a los que se sumaron vario más de la Policía Federal. Por orden del juez federal Sergio Torres el objetivo era asestarle el golpe final a la banda narco que conducía “Marcos” Estrada González.

Después del procedimiento, según relataron fuentes gubernamentales, comenzó el primer acercamiento formal con los vecinos de la 1-11-14 para comenzar con el proceso de urbanización. “Ahora no sólo se puede caminar con escolta (algún delegado) dentro de la villa sino que además se construyó una oficina de Gobierno como en el resto”, agregó una alta fuente oficial. Es por eso, que ante esta situación, desde el IVC buscan comenzar cuanto antes con la etapa del censo algo que también era esperado por las diferentes ONG’s  que trabajan en la zona.

¿Cómo se realiza un censo en una villa? Se comienza a trabajar con los delegados y las organizaciones que trabajan en el barrio, entre ellas la Iglesia y ONG’s.  En paralelo se avanzó con un relevamiento de infraestructura de los pasillos para hacer todo el trabajo de instalación de servicios públicos.

“El censo es una herramienta que permite conocer al otro, ver que está ahí y poder garantizar sus derechos con el proceso de integración”, explicaron fuentes del IVC. De poder desarrollarse antes de fin de año, según el esquema que manejan, para el 2019 se podría terminar de armar el proyecto, enviarlo a la Legislatura para aprobar el financiamiento y la rezonificación para así en 2020 comenzar con las primeras obra de infraestructura.

El primer censo se enfoca en la parte cuantitativa, es decir saber qué cantidad de gente hay en la zona y cómo están compuestas cada una de las familias. Después de que se tienen esos resultado se pasa a las inspecciones que realizan el grupo de asistentes sociales junto con sociólogos por un lado, y arquitectos e ingenieros por el otro. Ese primer grupo se encarga de realizar un estudio completo de cada familia, no sólo su composición sino además relevar datos como si los padres se encuentran divorciados, el nivel de escolaridad, los cuidados de salud y demás.

El segundo grupo se aboca de lleno al análisis estructural de cada una de las viviendas, lo que se conoce como “análisis de factibilidad”. De ahí determinan que cambios se tienen que hacer, cuáles viviendas corren riesgo de derrumbe, cuáles van a tener que demolerse para construir las calles y demás. Las construcciones que se tiran además son para realizar el “esponjamiento” que es la construcción de pulmones. “Soy muy pocas las que tienen riesgo estructural”, agregan.

“Lo bueno es que la mayoría de los asentamientos como las personas que viven trabajan en el rubro de la construcción por lo general sólo se hacen refacciones, además de todo lo que tiene que ver con servicios públicos (cloacas, luz y gas)”, explicaron desde el IVC ante la consulta de si ya tienen alguna proyección del estado de las construcciones dentro de la villa.

“Es la primera villa que no tiene una oportunidad de negocio inmobiliario; pero todavía no es muy claro que van a hacer, el censo es una especie de primer paso. Sin embargo no hay ninguna institucionalidad en el barrio instalada, hubo un primer encuentro para una mesa de organización barrial por la urbanización. Es como un primer paso”,afirmó en decalraciones a la prensa el Coordinador del Área de Derecho a la Ciudad de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Pablo Vitale, que además consideró que en comparación con el resto de las villas de emergencia en la 1-11-14 es la que más violencia interna se encuentra.

La 1-11-14 cuanta con una ley de urbanización sancionada en el año 2000, durante la gestión de Aníbal Ibarra, que nunca se cumplió. Es por eso que Vitale adelantó que cuando se llegue a tratar el proyecto en la Legislatura buscarán hacer algunos cambios. “Hay que aprovechar el trabajo que se hizo en otras villas para que se alcance el mejor resultado. Hace dos años impulsamos el acuerdo por la urbanización de villas con otras organizaciones que plantean. Vamos a impulsar que la intervención del Gobierno tenga la calidad de intervención que tuvo en otros barrios”, dijo.

El último dato estimativo que se tiene sobre la cantidad de habitantes que hay es de 2014, sobre la base del Censo 2010, indica que en las 31 manzanas que la comprenden viven cerca de 25.000 personas.