Revista Qué
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El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se suma a la estrategia oficial de despegar a las empresas de los empresarios que se encuentran involucrados en la trama de los cuardernos K y por eso le permitirá a la empresa Roggio, que es la dueña de Metrovías, de continuar participando de la licitación por la concesión en de la red de subterráneos.
Es que el presidente de la empresa, Aldo Roggio fue citado a indagatoria por el juez federal Claudio Bonadio, en la denominada “causa de los cuadernos de las coimas”. El juez Bonadio citó a declarar a Roggio para el próximo martes. El empresario ya está procesado en otra causa que lleva adelante el juez federal Sebastián Casanello, por la construcción de una planta potabilizadora en Tigre.
Roggio llegó a un acuerdo con la empresa que explota el metro de Berlín para competir en la licitación. Sin embargo Rodríguez Larreta aplicará la misma fórmula que tiene pensada el presidete Mauricio Macri para las contratistas nacionales: hasta que no tengan un fallo judicial en su contra los contratos se mantienen.
Antes de la declaración del ex chófer del funcionario kirchnerista Roberto Baratta, Oscar Centeno, Electroingeniería, una empresa ligada al ex matrimonio presidencial de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, estaba en la mira del Gobierno por una serie de incumplimiento que tenían en otros negocios y que hacían pensar que no contaban con la solidez financiera necesaria. Por dicho motivo el ministro de Energía, Javier Iguacel, le dijo a los socios chinos que tienen los cordobeses en la construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa que los saquen de la ecuación.
Como en Nación no tienen pensado remover a más empresas, por ahora, la Ciudad opta por el mismo camino.