Cambios en el Código Urbanístico de CABA pusieron a Jorge Macri en el ojo de la tormenta
El Gobierno porteño envió a la Legislatura un proyecto de ley para que los barrios recuperen identidad. La norma tiene que ser aprobada en primera y segunda lectura y pasar por audiencia pública.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, envió oficialmente a la Legislatura este martes su anunciado proyecto para modificar el Código Urbanístico. Los cambios implicarán distintas restricciones a las construcciones, por altura, diseño y capacidad de la infraestructura. Según aseguró el mandatario, el criterio que utilizaron para armar la iniciativa fue "respetar la identidad de cada barrio".
“Presentamos en la Legislatura un proyecto de ley para actualizar el Código Urbanístico de Buenos Aires, una compromiso que asumí en campaña y que hoy estamos cumpliendo. Nos guía un objetivo muy claro: respetar la identidad de cada barrio. No vamos a permitir más que en las zonas residenciales se construyan edificios que no cuiden la esencia de cada manzana y vamos a promover desarrollos solo en avenidas con la infraestructura adecuada”, explicó Jorge Macri en sus redes sociales acerca de los que considera un compromiso de campaña.
Los cambios tienen que ver, además, con la revisión por ley que debe hacerse cada cuatro años del Código Urbanístico, la norma madre para el desarrollo del distrito. Los principales cambios que propone ahora Jorge Macri apuntan a una política de devolver la identidad a los barrios según se promete.
Sin embargo, las redes se hicieron eco de la polémica decisión del Gobierno porteño y las críticas no tardaron en llegar.
En la misma línea, Claudia Neira, legisladora de Unión por la Patria, salió al cruce por el proyecto que busca modificar el Código Urbanístico local y advirtió que “muchas de las reformas” propuestas por los vecinos no fueron incorporadas al texto.
Los principales cambios que impulsó Jorge Macri
La propuesta indica que no estarían permitidos más que en los barrios residenciales se construyan edificios que no respeten la esencia de cada manzana. De esa manera los ajustes serán por manzana. Inclusive las alturas deberán priorizan las escalas que ya están en los barrios "resguardando la identidad de cada barrio".
Para los grandes desarrollos no habría importantes cambios, pero sí que sólo se podrán construir sobre las avenidas que tengan la infraestructura de servicios adecuada para soportarlos, un reclamo de los vecinos que suele hacerse oir ante nuevos emprendimientos constructivos.
Por otra parte, la iniciativa promueve la conservación y revalorización del patrimonio urbano mediante la catalogación definitiva de 4209 inmuebles con valor arquitectónico, que hoy se encuentran en el catálogo preventivo, según explicó el Gobierno de la Ciudad. Se trata de darle un fin al catálogo que impuso la conservación de los inmuebles construidos hasta 1941. La idea es darle a cada uno su categoría.
Según los fundamentos del proyecto "se promueve la sustentabilidad urbana y la calidad ambiental del hábitat construido y aporta a contrarrestar los efectos del cambio climático al impulsar construcciones más permeables que favorezcan el ingreso de aire y sol. Por ejemplo, con más superficie en los pulmones de las manzanas". Por otra parte indican que "se incentiva el desarrollo de los centros barriales cercanos a todos los vecinos" y "se establece un impulso a la zona Sur porque estructura un sistema de incentivos para el desarrollo de construcciones en esos barrios".
Jorge Macri destacó en sus redes sociales que mantuvo unas 30 reuniones con vecinos acerca de los cambios en el Código Urbanístico. Ahora, el camino del proyecto es el despacho en comisión, su aprobación y la convocatoria a audiencia pública, un calendario que llevaría a la aprobación definitiva cerca de fin de año.