Sin respuestas a la vista por la empresa concesionaria así como de los pedidos al gobierno porteño de una intervención, los trabajadores del Zoológico de Buenos Aires ratificaron su estado de alerta y...
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Sin respuestas a la vista por la empresa concesionaria así como de los pedidos al gobierno porteño de una intervención, los trabajadores del Zoológico de Buenos Aires ratificaron su estado de alerta y movilización en reclamo de mejores condiciones laborales y mayores recursos para el bienestar de los animales.
Luego del último paro del 23, la empresa que tiene la concesión del predio, "Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires S.A.", bajo la dirección de Daniel Seery, Gustavo Seery, Adriana Matar, y Fernando Nocceti, aplicó descuentos a los trabajadores por el día en que se realizo la medida y agravó la situación.
La asamblea de trabajadores cuestionó la suspensión de una reunión con la empresa en la en la Subsecretaria de Trabajo y Relaciones Laborales del Gobierno de la CABA, para retomar el dialogo, que “fue suspendida, sin explicaciones”.
“Repudiamos el descuento por el día de lucha, ya que reclamamos de manera justa como venimos haciendo los últimos meses. Tras el reclamo legal que nuestro Sindicato, SUTECBA, realizo en el día de ayer, esperamos respuestas de parte de la empresa”, manifestó la Asamblea en un comunicado.
En ese sentido, también denunció públicamente a la empresa por continuar con el hostigamiento y la persecución hacia los compañeros, mediante “amenazas con despidos y suspensiones, sacando fotos y grabando a los compañeros en asamblea”, señalaron.
La situación del zoológico está hace varios meses en el ojo de la tormenta. Varios legisladores ya le exigieron a Mauricio Macri la intervención inmediata del lugar, pedido que hasta ahora no fue escuchado. Los empleados junto con legisladores denunciaron “el estado calamitoso de los edificios, algunos con peligro de derrumbe, y las difíciles condiciones en que el personal debe desarrollar diariamente sus tareas”, al tiempo que escucharon las críticas de los empleados sobre “falta de inversión, abandono de los programas de investigación, riesgo de accidentes y falta de diálogo”.