Un informe de la Auditoría General porteña evidenció fallas en los procedimientos y mecanismos de control interno en tres líneas de créditos hipotecarios llevadas adelante por el Banco Ciudad de Bueno...
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Un informe de la Auditoría General porteña evidenció fallas en los procedimientos y mecanismos de control interno en tres líneas de créditos hipotecarios llevadas adelante por el Banco Ciudad de Buenos Aires y el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) durante el período 2014.
El 21 de octubre de 2014 el Gobierno porteño abrió las puertas de la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín. Allí se anunció con bombos y platillos la concreción de las primeras 2.000 escrituraciones del programa hipotecario Primera Casa BA, una línea crediticia con una tasa de interés accesible. Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, por entonces jefe de Gobierno y jefe de Gabinete respectivamente, fueron las caras visibles de la jornada. También estuvieron Rogelio Frigerio, en ese momento presidente del Banco Ciudad, y Emilio Basavilbaso (actual titular de la Anses), que por aquella época comandaba las riendas del Instituto de Vivienda de la Ciudad. “Es el crédito más transparente de la historia”, sostuvo Basavilbaso frente a las 2.000 familias beneficiadas por el programa.
Dos años más tarde, y después de que se aprobara un informe de la Auditoría General de la Ciudad, las cuentas no cierran del todo bien dentro de lo que fue el período económico finalizado en diciembre de 2014. Al menos eso surge del análisis realizado en función de los objetivos institucionales de los créditos hipotecarios Mi Casa Buenos Aires, Vivienda Porteña II y Primera Casa.
En este contexto, el informe del ente porteño evaluó la gestión y examinó los procedimientos practicados por el Banco Ciudad y el Instituto de Vivienda durante el transcurso del período 2014.
Las claves del informe
El documento fue aprobado por disidencia parcial el pasado 22 de junio. En el mismo, se detallan verificaciones que tienen que ver, entre otras cosas, con la falta de cumplimiento a los manuales de procedimiento de las mencionadas líneas de crédito, la inexistencia de registros históricos de aplicantes derivados por el IVC y las personas desestimadas, y las falencias recurrentes en los procesos de información y verificación referidos a la base del Banco Ciudad. Además, el análisis arrojó que el IVC no efectuó el aporte de $ 20 millones de pesos estipulados por convenio para la línea Primera Casa, mientras que en relación con Mi Casa BA, no se cumplimentó con la totalidad de los desembolsos previstos.
Para elaborar el documento, la Auditoría General porteña tuvo en cuenta la información suministrada por el Banco Ciudad. En tal sentido, se seleccionaron muestras para cada línea de préstamos con el fin de verificar las variables más significativas del circuito de otorgamiento. En ese aspecto, se hizo un relevamiento del 100 % de la operatoria de Mi Casa Buenos Aires, que consistió en la entrega de 20 operaciones con un monto cercano a los 14 millones de pesos. En tanto, para la selección de las muestras de las otras dos líneas crediticias, Vivienda Porteña II y Primera Casa, se tuvo en cuenta el criterio de significatividad económica, considerando los 50 primeros legajos de mayor monto. La muestra seleccionada para Vivienda Porteña II ascendió a unos $ 15.387.850,88, es decir, el 55,6 % del total
otorgado, cuyo monto es de $ 27.664.338,88. En tanto, para la línea Primera Casa, la muestra escaló a $ 34.681.350 (el 4,3 % del total otorgado, que fueron unos $ 804.573.104).
El documento, al que tuvo acceso Qué, demuestra fallas en la labor de las dos entidades. “Se detectaron ciertas debilidades de control interno y por oposición producidas en el manejo de información de ambas instituciones”, especifica el informe y añade que “estas debilidades podrían afectar el nivel de riesgo sobre la información y la integridad, como también la confiabilidad de la información de las entidades y el cumplimiento de sus respectivas normativas”.
El relevamiento de la Auditoría revela también que existieron 733 préstamos otorgados de la línea de Créditos Primera Casa, 16 préstamos de Mi Casa Buenos Aires y 79 casos de Vivienda Porteña II que no se
encuentran incorporados en la base del Instituto de la Vivienda, dado que el Banco no efectuó el envío de la información pertinente. Además, se analizó que para la línea cre-diticia Vivienda Porteña II, seis operaciones de escrituración se encontraban regis-tradas en el IVC y no se verifica-ron dentro de la base del Ciudad.
En cuanto a la línea Primera Casa, la comparación entre la base de postulantes aportada por el IVC y la presentada por el Banco, dio una diferencia de 365 personas. Es que mientras en el primero hubo 2. 980 postulantes, en el segundo existieron 2.615.
En ese sentido, según registros del Banco, de la diferencia de ambas bases se constató que sólo 39 beneficia-rios escrituraron y la entidad bancaria informó también que el total de escrituraciones fue de 1.024.
En cuanto a la línea Vivienda Porteña II, se cruzó la información brindada por el IVC acerca de los beneficiarios derivados en 2014, con las operaciones escrituradas obrantes en los registros del Banco. Dentro de ese marco, surgieron 81 postulantes del IVC y 56 de la entidad bancaria, que además publicó un total de 103 escrituraciones, 79 más que el ente de la Vivienda, que informó 24.
Por último, en referencia a la línea Mi Casa Buenos Aires, hubo solamente 20 escrituraciones del Banco Ciudad y cuatro del IVC, lo que hace una diferencia de 16. En relación con este número, el auditor general porteño Facundo Del Gaiso habló con Qué y señaló las falencias de los procedimientos en las tres líneas de crédito. “Es curioso que del programa Mi Casa Buenos Aires hayan salido poco más de 20 escrituraciones” sostuvo y añadió que “hay falencias claras de control interno, cosa que debiera ser revisada y volver a evaluarse”.
En tanto, este medio se comunicó con el directorio del Banco Ciudad que cumplió funciones durante el período 2014, pero ninguno de los exdirectores contactados esgrimió explicación alguna.
En base a todo lo analizado y relevado, emergen recomendaciones a cumplir por el Banco Ciudad, que “deberá arbitrar medidas conducen-tes a fin de dar cumplimiento a la normativa vigente de la línea de crédito Primera Casa”, como así también “procurar la guarda de la totalidad de los registros que hacen al otorgamiento de las tres líneas crediticias”.
Asimismo, tanto el Banco como el IVC tendrán que implementar acciones para efectuar el contraste de los registros de información, de modo que puedan mantenerlos actualizados y arbitrar medidas conducentes para brindar la información solicitada y que la misma pueda ser evaluada en la proximidad.