“No es posible que en el distrito más rico del país, endeudado en dólares a comienzos de la pandemia, tengamos a la mitad de nuestros niños y niñas en una gravísima situación de vulneración de derechos. Necesitamos que el Gobierno de la Ciudad tome nota de este escenario tan delicado para poder llevar adelante políticas públicas con presupuesto que nos permitan revertirlo cuanto antes. Vamos a seguir trabajando e insistiendo para que nuestros niños, niñas y adolescentes sean prioridad en la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó la legisladora. Durante la pandemia, Velasco realizó, junto a otras compañeras del bloque del FdT, encuentros virtuales con trabajadoras y trabajadores de los dispositivos estatales porteños de Niñez y Adolescencia y A esto se suma la imposibilidad de una continuidad pedagógica para miles de niñas, niños y adolescentes por falta de dispositivos y conectividad, agrandando la brecha tecnológica y educativa, en detrimento de quienes tienen un menor nivel adquisitivo, sobre todo para los chicos y chicas de nuestros barrios más humildes. . En la Ciudad de Buenos Aires, más del 80 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de barrios populares no tiene internet y el 70 por ciento no posee computadora, tal como lo refleja un relevamiento realizado este año por la Universidad Popular del Movimiento Barrios de Pie (Somos). Mientras, el Plan Sarmiento, con el que cada estudiante recibía una computadora, sigue interrumpido y la ministra Soledad Acuña presentó el presupuesto educativo más bajo de la historia de la CABA, que continúa cayendo, como durante toda la gestión macrista. En agosto de este año, por decisión de la jueza Elena Liberatori y a partir de un amparo presentado por la Defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham, se conformó una mesa para abordar la grave situación de NNyA y trabajadores y trabajadoras de las instituciones convivenciales durante la pandemia. Velasco participa de esa instancia desde la presidencia de la Comisión junto a Defensoría del Pueblo de la Ciudad, entre otras instituciones y organizaciones. “Todas estas demandas, reclamos y necesidades, tanto desde los dispositivos de niñez y adolescencia porteños, propios y conveniados, como de niñes y adolescentes y sus familias, no son nuevos, pero como todos los problemas estructurales que la ciudad viene arrastrando desde hace tiempo, se revelan y profundizan con la pandemia. Y si bien los planteos fueron hechos oportunamente, desde el Gobierno porteño recibieron una respuesta insuficiente, sobre todo en términos presupuestarios. Con esta iniciativa impulsada desde APIABA se busca ampliar la transferencia de recursos a una población gravemente vulnerada en sus derechos más básicos, en un contexto de pobreza e indigencia crecientes”, finalizó Velasco. |