27 de septiembre de 2024
AVANCE
Con cambios y debate, la Legislatura aprobó la modificación del Código Urbanístico
El proyecto llegó con acuerdo de varios espacios pero su aprobación se empantanó por un artículo que obligaba a los edificios de 25 unidades o más a tener un domicilio para el encargado. El punto fue retirado.
Con 32 votos afirmativos, la Legislatura porteña aprobó la modificación al Código Urbanístico (CUR) de la Ciudad de Buenos Aires, en una sesión caliente que debió postergarse dos veces.
El motivo fue la introducción en el texto de la denominada “ley Francella”, un artículo que no se había acordado en la Comisión de Planeamiento y que obligaba a destinar “una unidad de uso a vivienda para el encargado del edificio” a torres con 25 departamentos o más.
Si bien no llegó a ser puesta en consideración dentro del recinto, sí hubo otro cambio relevante de último momento: el artículo 1 de la reforma habilitó al Ejecutivo a que, desde ahora, el Código Urbanístico sea actualizado cada ocho años, y no cada cuatro como preveía la ley hasta hoy.
La norma, propuesta por el jefe de Gobierno Jorge Macri, apunta a ordenar el desarrollo de la Ciudad, haciendo foco en potenciar el crecimiento del sur porteño, en donde se esperan inversiones y la modernización de las comunas 4 y 8 con proyectos inmobiliarios.
Los cambios
El primer eje del proyecto apunta a fomentar el desarrollo en la zona sur de la Ciudad a través de un sistema de incentivos. “Hay una gran disparidad entre el norte y el sur. El sur, que muchos consideran poco atractivo, representa una aspiración para quienes viajan tres horas para llegar a la Ciudad. Imaginar vivir en Parque Patricios, Barracas o Soldati es muy positivo”, afirmó Macri.
Así, quienes construyan determinada cantidad de metros cuadrados en las comunas 4 y 8 van a ser “recompensados” con el permiso para edificar sobre la misma extensión en otros barrios más rentables, como lo son los del norte porteño.
El proyecto contempla además preservar el equilibrio en cada barrio: aumentar la densidad en las avenidas y respetar así la identidad hacia adentro de cada uno de los barrios de casas bajas. Y, finalmente, el equilibrio en las manzanas.
El texto de la iniciativa resguarda los pulmones actuales de las manzanas y busca que donde haya nuevas construcciones se garantice la mayor amplitud posible de estos espacios, a través de una serie de limitaciones que tendrán los desarrollos para la extensión de las edificaciones en la profundidad de cada lote.